Wednesday, August 10, 2011

Brave New World

Nuevos medios para épocas distintas: Segundos Afuera entra en receso indefinido.

Nos pueden seguir en este otro proyecto: Héroes de La Chancaca

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Thursday, December 16, 2010

¿Perdió Kina el título mundial?

Hace unos meses sorprendió a más de un aficionado peruano el descubrir que la Asociación Mundial de Boxeo (WBA, por sus siglas en inglés) había coronado en el mes de Julio a la coreana Hyo-Min Kim como campeona mundial interina en la categoría súper pluma tras su victoria por puntos sobre la japonesa Chika Mizutani. ¿No era ese el mismo título que ostentaba Kina Malpartida? ¿Dejó entonces la pugilista peruana de ser campeona mundial sin que nos enteráramos en Lima?

Para dar una respuesta concreta a estas interrogantes primero debemos conocer como se maneja el boxeo mundial en la actualidad. Hace mucho tiempo que este deporte dejó de ser regido por una sola entidad. Producto de eso existen diferentes organizaciones mundiales, las cuales elaboran sus propios rankings y otorgan los respectivos cinturones por cada división. De esta manera, tenemos que en la categoría súper pluma conviven con Kina otras cinco “campeonas mundiales”. A saber: las estadounidenses Rhonda Luna, vencedora de Kina en el año 2008 y titular de la Global Boxing Union (GBU) , Jennifer Barber, reina de la Federación Internacional de Boxeo (IFBA) y Lindsay Garbatt, campeona de la Asociación Internacional de Boxeo Femenino (WIBA); luego tenemos a la sueca Frida Wallberg, titular del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) y finalmente, a la alemana Ramona Kuehne, quien ostenta dos cinturones: el de la Organización Mundial de Boxeo (WBO) así como el de la Federación Mundial de Boxeo (WBF).

De esta auténtica sopa de letras a la única conclusión a la que se puede llegar es que a ninguna de las boxeadoras mencionadas puede considerársele como la campeona mundial indiscutida. Se podría decir en todo caso que todas ellas, incluyendo a nuestra compatriota, detentan una “porción” del título mundial.

Ahora bien, esta no es una situación anómala ni mucho menos. En el mundo absurdo del boxeo contemporáneo los campeones indiscutidos, salvo rarísimas excepciones que se dan principalmente en el boxeo masculino, son cosa del pasado. Mientras más cinturones existan, más oportunidades de trabajo hay para organizaciones, promotores, managers y pugilistas. Todos conviven como “campeones”. Todos ganan. Todos, menos el aficionado al que le roban la oportunidad de ver a los mejores de cada categoría enfrentarse entre sí.

Así las cosas y para complicar más aún este proceso de fragmentación del boxeo mundial, de un tiempo a esta parte a los responsables del feudo de la WBA no se le ocurrió mejor idea que crear el llamado “título interino”, el cual no es más que un invento para llenarse los bolsillos cobrando derechos de sanción por un cinturón mundial más. Sucede que el campeón interino tal y como lo concibe la WBA no es un campeón temporal, como podría sugerir el concepto de interinato, sino que es una especie de campeón “B”, aquel que tiene la primera opción al campeonato mundial “a secas” de la WBA. Pues bien, esta campeona interina o campeona “B” es precisamente la coreana Hyo-Min Kim, boxeadora a la que Kina Malpartida se debe enfrentar en defensa de su corona antes del mes de marzo.

¿Dejó entonces la peruana de ser campeona mundial? Queda claro que para la Asociación Mundial de Boxeo nunca dejó de serlo. También se puede decir que para el resto de las instituciones que rigen el boxeo femenino, Kina sigue siendo la detentora de una porción del título mundial. ¿Y para los aficionados? Tras ser sumergidos sistemáticamente en esta indigerible sopa de letras en la que se ha convertido el pugilismo mundial, los aficionados no entienden absolutamente nada. De manera que si ése es el caso de usted, amigo lector, queda disculpado.


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Tuesday, April 06, 2010

RAUL CARABANTES: EL ESTILISTA VALDIVIANO por Andrés Figueroa Gómez.




















Este artículo quiere recordar al estilista de peso welter, Raúl Carabantes, peleador nacido en Valdivia, Chile.

Pugilísticamente hablando sus principales características eran el recto de izquierda y la rapidez de piernas. Según se consigna por los cronistas fue campeón chileno, sudamericano y considerado en su momento como el mejor welter latinoamericano por la revista “The Ring”.

LOS INICIOS

Raúl Carabantes se inició en el boxeo casi por necesidad. En su adolescencia trabajaba como jockey en el Hipódromo de Valdivia y le iba bastante bien. Sin embargo, fue creciendo y su físico no le permitió seguir como jinete. Entonces pensó que el boxeo podía ser su salvación.

Como amateur apareció en el Campeonato Nacional de Aficionados de Chile de 1932, titulándose campeón de la categoría pluma.

Como rentado escaló rápidamente a nivel nacional, en una época donde brillaban Fernandito, Osvaldo Sánchez y Domingo Osorio. Las vigas maestras de su carrera fueron su recto de izquierda y su agilidad de piernas. Físicamente siempre se cuidó y se preparó meticulosamente. No fue un gran pegador, sin embargo anotó varios KOs en su carrera.

CON BABY LA PAZ EN LIMA

Peleó con el cubano Baby La Paz en Lima, Perú. De esa pelea recuerda “solo lo conocí en el ring y, de verlo, me dio miedo”, era el cubano un boxeador alto y con un físico impresionante. Carabantes se sobrepuso al temor y lo venció en un combate en que su principal arma fue la utilización del recto de izquierda.

CONTRA FERNANDITO

Peleó tres veces con el extraordinario Fernandito, considerado por muchos como el mejor pugilista chileno de la historia.

En la primera de aquellas peleas Carabantes comenzó el combate de manera brillante, estaba luciendo su buena técnica y su buena preparación, pero eso duró poco. En el segundo round Fernandito lo cortó con un terrible hook izquierdo al hígado. De ahí en adelante se dedicó a pasear obteniendo una victoria fácil.

En la revancha Fernandito subestimó a Carabantes, quien sorprendió a todos los aficionados con su exhibición. El resultado fue un empate.

La tercera pelea ocurrió al final de sus carreras y fue un triunfo nuevamente para Fernandito.

Señala Mr. Huifa que esa primera derrota con Fernadito fue decisiva para Carabantes. En ese momento Raúl Carabantes se encontraba en lo más alto de su capacidad boxística. Nunca fue mejor que esa noche y la derrota rompió un resorte interior en su ánimo. Después de esa noche Carabantes detuvo sus progresos. Con la zurda y las piernas le bastaba para ganar ¿y para que quería más? A Fernandito no podría ganarlo jamás, así que no valía la pena preocuparse demasiado.

SIMON GUERRA Y GIRA AL NORTE DEL CONTINENTE.

Con el chileno Simón Guerra también realizó combates memorables, en los que ganó y empató, que convocaron a miles de aficionados.

Peleó en Perú, en Panamá, en Cuba y en Estados Unidos. En La Habana debutó venciendo a Bobby Britton, para luego perder dos veces con el ídolo cubano Joe Legon.

En julio de 1941 debutó en los Estados Unidos perdiendo por puntos con Steve Belloise. Ganó por KO a Patsy Pascualli y se presentó en el Madison Square Garden ante Hollman Williams. Perdió por puntos el valdiviano, quien pese al durísimo castigo se mantuvo en pie hasta el final.

Posteriormente fue a Pittsburg donde venció a George Silvassy, Joe Bocarino, Ossie Harris y Otto Blackwell.

Fue entonces que sostuvo un combate con Fritzie Zivic, ex campeón mundial, en Pittsburg. Esa noche estuvo en su rincón Routier Parra, chileno naturalizado estadounidense que peleó dos veces el titulo mosca.

De aquel combate Carabantes recordaba “Y Zivic era canchero y conocía todos las mañas del boxeo. Me tenía loco con sus trucos hasta que Routier Parra me envaselinó el dedo grande y me dijo: “Pégate a él y le metes el dedo en el ojo, vas a ver”. Pero ni así pude ganarlo…”

Su manager recibió una proposición para que peleara con Sugar Ray Robinson, y lo llevó a Filadelfia para que viera al colosal mediano.

-Robinson es lo más grande que he visto en toda mi vida. Estaba por allá lejos del adversario y de repente lo veía yo pegándole con las dos manos. Con una velocidad increíble, con una técnica y una pegada tremenda. Mi manager me preguntaba y yo sin entender le contestaba yes,yes,yes. El creyó que estaba de acuerdo en pelear con Sugar Ray y arregló la pelea.

Nuestro Valdiviano apenas supo que todo estaba listo se largó a Panamá. La razón de aquel incumplimiento contractual parece entendible desde un punto de vista factico: “Si Robinson me agarra todavía me estaría pegando…”.

En Panamá le ganó a René Sánchez, a Young Shadow y a Kid Azteca, ídolo mexicano.

Nos dice don Renato González que en algún momento de su estadía en Estados Unidos, la revista The Ring lo catalogó como el mejor púgil de peso welter de Latinoamérica.

REGRESO

En su regreso a Chile venció a la figura local de esos años, el iquiqueño Humberto Buccione. Con su movilidad de piernas, con su izquierda dejó siempre “pagando” al bravo Iquiqueño, adjudicándose todos los rounds. De acuerdo a lo relatado por don Renato González “Mr. Huifa” el triunfo de Carabantes fue “sin despeinarse”. Estuvo activo hasta 1949.

CAMPEON SUDAMERICANO

Señala don Renato González en su libro “ El Boxeo en Chile” que obtuvo el título sudamericano de peso welter en 1937, venciendo en Santiago al argentino Manuel Martínez. Le dio la revancha en Buenos Aires y volvió a vencer. Agrega “su estilo, tan en desacuerdo con lo que por allá (Buenos Aires) se creía que era la condición saliente de los chilenos no gustó y debió regresar.”

Según boxrec.com Carabantes peleó con Carlos Martínez en fechas indeterminadas de 1937 y 1936 y no se menciona si tuvo lugar la disputa del título sudamericano welter. Se señala que en Santiago ganó y en Buenos Aires empató.

Claramente tenemos una discordancia, deberemos rastrear en diarios y registros de la época, para obtener claridad al respecto. La ausencia de prensa deportiva especializada entre 1931 y 1942 dificulta mucho más la labor desde el lado chileno.

VIVIO CON ALEGRIA LA AVENTURA DEL BOXEO

Era un pugilista alegre, optimista, confiado y bonachón. Sencillo y cordial, hombre de una gran responsabilidad profesional, se cuidó y entrenó como todos los pugilistas debieran hacerlo. Una frase lo retrata: “Dicen que los boxeadores se ponen tontos con los golpes y yo no creo eso porque antes de boxear yo era mucho más tonto que ahora. Figúrese que cuando llegué a Santiago no pisaba la línea de los carros porque creía que me iba a dar la electricidad.” Sin lugar a dudas vivió con alegría la aventura del boxeo.


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Friday, March 19, 2010

"BOM BOM" CORONADO: Las mujeres disputaron el honor de llevar su humilde féretro


*El agradecimiento a nuestro gran amigo Marcos Vistalli por hacernos llegar este emotivo artículo publicado en "La Voz de Tandil", a raíz de la muerte del que en vida fue el legendario púgil chinchano José "Bom Bom" Coronado y el cual a continuación reproducimos:










Las mujeres disputaron el honor de llevar su humilde féretro

Por Eduardo Baliari

Esa mañana a las diez y cuarto, en la cama 14 de la Sala de San Vicente en aquel hospital de Lima, se daba la noticia que parecía aliviar a todos: su ocupante, un hombre joven, de color -31 años- fallecía en medio de los dolores más agudos. Hacía once días que había sido internado con profundos malestares en el hígado y los riñones y tenía además vacilante el corazón. Once días postrado, sufriendo, gritando por las noches, perseguido por las punzadas cancerberas de los dolores.
Había sido llevado al hospital de la miseria, precisamente por eso: por la falta total de recursos. Tanto que el modesto cajón que después pudo conseguirse apenas si pudo forrarse con papeles de diarios.
Pero cuando la noticia de su muerte cundió por Lima, cuando se supo quién era, aquel final de silencioso olvido y miseria se transformó en un entierro apoteósico. Lo hicieron especialmente las mujeres, porque cuando se inició la marcha hacia el cementerio, todas querían llevar el féretro simultáneamente, disputándoselo con furia, en un emocionante desorden.
Un gran pedazo de su gloria –las mujeres- cubrían el camino de la partida final de aquel muchacho que en vida se había llamado José Coronado.

Había nacido en Chincha. A los catorce años, viendo como en el Club Atlántico Perú, en Manco Cápac, accionaban aquellos muchachos de su edad, pero con torpeza, le pareció que él podía hacerlo con mucha más facilidad y mejor. Efectivamente, no bien le permitieron calzar unos guantes y comenzó a saltar en el ring para evitar los golpes del improvisado rival, a aplicar los suyos, comprendió que ese espacio cercado por las cuerdas era un mundo en el cual tenía que desenvolverse con un poder de inteligencia de que aquellos carecían, que no sabían intuir. En ese momento, nacía el pugilista.
Tarda poco en aprender lo que se ha dado en llamar “los secretos del ring”. Es para él algo así como una manera de expresarse. Descubre a tiempo en su vida que parado frente a un rival que hay que dominar, vencer, demoler, impedir que nos pegue, es la forma de poder expresar todo eso que lleva dentro suyo y no sabe cómo explicar. Lo dice, sí, con toda claridad con los guantes cuando persigue al rival; cuando a los pocos instantes de iniciado el combate ya conoce a fondo su psicología, lo que puede alcanzar, el error que es capaz de cometer ese hombre que espera sus golpes, frente suyo. Ese es para él el mejor secreto del ring. No se puede enseñar, no se puede aprender. Se descubre o no dentro de cada hombre que se decide a calzar los guantes.
Ese mismo año –estamos en 1935- ya hace su debut como internacional. Efectivamente, lo mandan a Chile como representante de su categoría a un campeonato latinoamericano. Derrota a todos sus rivales. Y terminado el torneo, lo llevan como espectáculo con un equipo que va a cumplir un plan de peleas en el sur. Al año siguiente hay que enviar una representación a las Olimpíadas que se van a desarrollar en Berlín. Interviene por error de los dirigentes en la selección, porque a nadie se le ocurre pensar que todavía es menor de edad para las representaciones de esos torneos. Por ello no podrá finalmente representar a su país, a pesar de que llega invicto a las finales de la selección.
*******
Dos veces campeón sudamericano de peso pluma es un galardón no muy común. Pero sigamos cronológicamente su camino. Ya en 1938, al clasificarse campeón invicto en el XII campeonato latinoamericano, parece que no le queda otro camino que el obligado en esas circunstancias: convertirse en profesional. Tiene entonces 17 años. Y como Perú, y especialmente Lima, le queda chico para su campo de probables rivales, inicia un itinerario por diversos países sudamericanos.
Llega a Buenos Aires y aquí deja un recuerdo imborrable. Pocos pugilistas fueron elogiados como él. Va a realizar una campaña de 46 peleas, 36 de las cuales gana, empatando 6 y perdiendo solamente 4.
Aquí, entre nosotros, vive también una etapa sentimental: se casa. Llega un hijo. Acaso ello sea un freno a la otra vida que quería atraparlo con tantas facilidades de dinero y fama como se lo estaba mimando. También mujeres, por supuesto, que nunca faltan en estas etapas de la vida de los pugilistas. Elba Sotelo, su compañera, era la mujer ideal para ello, porque constituía una verdadera guía tutelar.
Pero al cabo de un tiempo, después de casi cincuenta peleas, comienzan a insinuarse algunos malestares, y sobre todo la tendencia –acaso fruto de ese estado físico- al abandono y al desvío cuando se presenta algún período de obligado descanso.
Así, amargado, regresa a Lima para ver si puede encontrar el nuevo campo que comienza a faltarle en Buenos Aires. Alguien lo tienta con el Norte. Peor todavía. Regresa a Lima y se ve obligado a abandonar definitivamente el ring. Es el momento del balance. No tiene nada. Y entonces se refugia en el barrio de La Victoria.
Pronto comienzan esos agudos dolores que eran la consecuencia de tantos combates en tan pocos años, pero quizá más aún por la vida que había dilapidado. Corazón, riñones, hígado. Trilogía que, con el cerebro, son los puntos neurálgicos del fracaso del organismo de un boxeador. Ninguna conjunción más dolorosa. La miseria lo rodea. El olvido también, peor aún. Hasta que llegado el día indicado, hay que llevarlo a un hospital. Los días de sufrimiento atroz hicieron que, piadosamente, ante su inevitable final, más de uno deseara que la muerte llegara, por esa vez, anticipadamente…
Su historia acusaba 250 combates, 70 como profesional. Su vida –apenas 31 años- sirvió para que las mujeres se disputaran el honor de llevar su féretro. Un féretro trágicamente humilde, que entregaban las puertas de un hospital, marco ingrato para una gloria del pugilismo que no muchos pueden igualar…

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Monday, June 29, 2009

Sobre neófitos y expertos














Manuel González Prada decía que los diaristas limeños tenían la capacidad de acostarse autocráticos y despertarse anarquistas. Si el escritor leyera los diarios deportivos a raíz de la victoria de Kina Malpartida el sábado 20, no le sorprendería comprobar que en el país de las mil maravillas nuestros escribas también se duermen neófitos y amanecen expertos.

Ahora resulta que muchos que ayer no podían diferenciar un jab de un recto o un cruzado de un gancho se han convertido de la noche a la mañana en especialistas en boxeo. Me refiero específicamente a quienes han salido a hablar de un circo mediático y de que la rival de Kina fue víctima de poco menos que una emboscada donde todo estaba cocinado previamente.

Desconocen tal vez estos entusiastas cuál es la naturaleza del boxeo profesional. La trayectoria de un boxeador es por lo general casi siempre efímera. Para un pugilista el final de la carrera está siempre a la vuelta de la esquina y es por eso que el manejo de la misma requiere de de una combinación de experiencia, tino, astucia y profesionalismo. En tal sentido, es fundamental que los rivales de un boxeador sean cuidadosamente escogidos antes de alcanzar niveles estelares o enfrentar a peleadores de primer nivel. Es por eso que la mayoría de los combates profesionales en el mundo (tal vez hasta un 90 por ciento) son lo que los norteamericanos denominan “mismatches”, es decir un enfrentamiento desigual donde existe un favorito y un “underdog” o más débil.

Traducido al lenguaje del fútbol, (de cuyas desgracias cotidianas se benefician estos nuevos especialistas) pedir que Kina Malpartida enfrente en todas sus defensas a las mejores del planeta es como pedir que la “U” o el Alianza Lima disputen clásicos todos los fines de semana y criticarlos por jugar contra el Inti Gas o el Sport Huancayo. Invitamos a estos críticos a que revisen el récord profesional del gran Muhammad Ali, donde encontrarán que la primera defensa de su título de los pesos completos luego de derrotar a George Foreman en Zaire fue ante un ilustre paquete de nombre Chuck Wepner. O a que analicen la foja de Sugar Ray Leonard, quien obtuvo el título welter frente al eximio boricua Wilfred Benitez, sólo para defenderlo unos meses más tarde frente a un británico llamado Dave Green. Aquellos que saben de boxeo recordarán que la mayor virtud de este súbdito de la corona consistía en detener todos los golpes del contrincante con la cara.

Aun así, no creemos que Halana Dos Santos sea el equivalente boxístico del Inti Gas. Es una pugilista de algunas limitaciones y ciertamente inferior a Kina Malpartida, pero alguien que venía de disputar de manera digna el título mundial de los livianos en Italia, resistiendo estoicamente los embates de la campeona Laura Tavecchio por diez rounds y perdiendo por estrecho margen de puntos. No caigamos en el error ni en la mezquindad de escatimar elogios a nuestra primera campeona mundial de boxeo ni a la manera como pulverizó a su oponente en la velada histórica del Dibós. No contaminemos esa noche mágica con las taras del periodismo deportivo futbolero. Y recordemos otra vez la palabra rotunda de Don Manuel González Prada en su ensayo sobre nuestro periodismo: “Si hay delito en alquilar la pluma, también lo hay, quien sabe mayor, en divulgar una ciencia que no se posee”.

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Thursday, June 25, 2009

La verdadera promesa del boxeo peruano

Puede que Jonathan Maicelo esté en boca de todos y en todas las pantallas, pero el secreto mejor guardado del boxeo peruano se llama Carlos Zambrano Córdova, un chinchano de 24 años que vive en New Jersey y está invicto en siete peleas profesionales. Un dato adicional: su tío abuelo respondía al nombre de Mauro Mina Baylón.

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Thursday, October 02, 2008

Orlando Romero, para siempre "Romerito"

Así cómo el escuálido presente del fútbol peruano obliga a los programas deportivos a volver una y otra vez a las imágenes de la Bombonera en 1969, la muerte anunciada de nuestro boxeo nos devuelve a la noche del 15 de septiembre de 1,983, cuando el peso ligero trujillano Orlando Romero cayó por nocaut en el noveno round frente al campeón mundial Ray "Boom Boom" Mancini.

El mes pasado se cumplieron 25 años de ese combate. Recordemos, pues, leyendo una nota del escritor Santiago Roncagliolo sobre el zurdo trujillano:

"El boxeador de la orejas perfectas"

Y porqué no, repasemos por enésima vez las ímágenes:



La repetición del nocaut comentado por las voces resignadas de Juan Carlos Tapia y Kike Pérez:

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